El hongo negro corrosivo hunde sus zarcillos en una catedral medieval

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Una catedral portuguesa construida hace más de 800 años tiene un exterior de paredes altas que se asemeja a las murallas de una fortaleza medieval. Pero estas fortificaciones fueron impotentes contra un enemigo insidioso que penetró las paredes de la catedral desde adentro: hongo negro.

La antigua catedral de Coimbra (Sé Velha de Coimbra) se encuentra en una ladera en el centro de la ciudad de Coimbra, Portugal. Fue construido entre finales del siglo XII y principios del XIII en los terrenos de la Universidad de Coimbra, Alta y Sofía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2013.

Recientemente, los científicos inspeccionaron la catedral de Coimbra en busca de signos de deterioro e hicieron un descubrimiento sorprendente: encontraron un tipo de hongo negro que la ciencia desconocía, describiéndolo como una nueva familia, género y especie.

Los hongos negros de crecimiento lento se consideran especialmente destructivos para los monumentos de piedra porque hunden sus hifas, zarcillos ramificados, en el interior, lo que lleva a grietas y fisuras, informaron los investigadores en un nuevo estudio, publicado en línea el 28 de enero en la revista MycoKeys.

Los hongos negros pueden dañar aún más la piedra con la producción de polisacáridos, que causan corrosión.

Una vez que los hongos negros se afianzan en algún lugar, pueden ser muy difíciles de desalojar. Según el estudio, estos resistentes organismos tienen una alta tolerancia a la sequía, la radiación solar y ultravioleta y las temperaturas extremas. Los investigadores informaron que su poder destructivo y su resistencia a los tratamientos de restauración correctiva hacen de los hongos negros "uno de los principales desafíos" para los expertos que trabajan para preservar objetos y edificios de importancia cultural.

En la capilla de Santa María de la catedral (arriba), los científicos recuperaron hongos negros de obras de arte talladas (abajo). (Crédito de la imagen: Miguel Mesquita)

Recolectaron muestras de hongos de una piedra caliza deteriorada tallada en la capilla de Santa María de la catedral, evaluando las características físicas del hongo, su ADN y su tolerancia al calor extremo, sal y ácido. El análisis reveló un nuevo linaje de hongos negros, y los autores del estudio lo llamaron Aeminium ludgeri: "Aeminium" es el antiguo nombre latino de Coimbria, y "ludgeri" hace referencia a un colega fallecido, Ludgero Avelar, investigador del Centro de Ecología Funcional de la Universidad de Coimbra.

El hongo pudo haber viajado a la catedral de Coimbra durante su construcción, en piedra caliza traída de dos canteras cercanas, informaron los científicos. Y aunque la catedral es actualmente la única anfitriona conocida de este hongo negro, podría ser originaria de las canteras de piedra caliza en la región, agregaron.

"El muestreo adicional puede ampliar aún más el espectro geográfico y ecológico completo de este hongo", escribieron los investigadores en el estudio.

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