Una nueva imagen sorprendente revela que dos chorros de material de alta energía se arrojan a casi la velocidad de la luz desde el primer agujero negro fotografiado.
El agujero negro supermasivo, M87, apodado Pōwehi, vive a 55 millones de años luz de la Tierra en una galaxia llamada Messier 87. La nueva imagen de M87 fue lanzada por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Los agujeros negros supermasivos engullen todo a su alrededor. Pero algunas partículas no caen en el agujero negro y, en cambio, por razones aún desconocidas para los científicos, son expulsadas del agujero a alta velocidad, en direcciones opuestas.
Cuando las partículas en estos chorros de alta velocidad interactúan con el gas en el vasto espacio vacío alrededor de un agujero negro, las partículas se ralentizan y crean ondas de choque. Estas ondas de choque emiten radiación que nuestros dispositivos pueden detectar.
Esta foto de M87 muestra esas ondas de choque creadas por los aviones que vuelan fuera del alcance de Pōwehi, uno que apunta casi directamente hacia nuestro planeta y el otro que se aleja de la Tierra, según un comunicado del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El jet de alta velocidad que corre hacia la Tierra es visible a la derecha de la foto ampliada. La parte recta de la línea revela el propio jet de alta velocidad; donde la línea comienza a curvarse, porque las partículas se están desacelerando, es donde comienza la onda de choque.
El brillo del chorro se amplifica porque viaja a alta velocidad en nuestra dirección, según el comunicado. Pero el avión que viaja en la dirección opuesta (en el lado izquierdo de la imagen) se aleja tan rápidamente de nosotros que es invisible. La onda de choque que crea, sin embargo, es visible y se asemeja a la letra "C".
El telescopio espacial Spitzer de la NASA midió la luz infrarroja que emana de esta galaxia. Eso contrasta con las ondas de radio que se unieron para producir la primera foto de un agujero negro, que se lanzó a principios de este mes.
Sin embargo, estos aviones no son un nuevo descubrimiento. El astrónomo Heber Curtis descubrió por primera vez "un curioso rayo recto" que emanaba del centro de M87 hace más de un siglo, según el comunicado. Desde entonces, los astrónomos han estado trabajando para comprender cómo y por qué se forman.